domingo, 6 de abril de 2014

La libertad es un tren.

Cojo trenes en el último momento
es mi decisión, mi partida,
mi rumbo, mi llegada tardía.
Cojo trenes y me olvido, soy libre.
Me diluyo en la rapidez de mis ideas,
imagino otras orbes, vuelo, oigo el trueno
veo la luz en el túnel, y no prosigue el mundo,
deja de girar, se enmudece y no existe.
Muero, hay algo inerte,
¿Seré yo o la ventana que se mueve?
Parece que el futuro no viene nunca
y que el pasado nunca llegó.
¿Me habré dormido?
Soy libre en este limitado espacio.
Las cadenas las impone el tiempo.
Por eso cojo trenes en el último momento.





2 comentarios:

  1. Ese es un poema que hay que leer rápido, ese es un poema que hay que leer con prisas,
    porque es un poema que leer antes de salir corriendo a por el último tren, que ya se escapa, porque es un poema que leer tras despertar del placido sueño eterno de la muerte

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    1. Me gusta lo de la muerte, aunque para mí es un poema para leer en cierto tren que ambas conocemos. Lo hice pensando en la sensación que me provoca. Espero que la hayas experimentado tú también. Juraría que sí... Libertad.

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