jueves, 26 de junio de 2014

Desilusión por el monte.


He perdido la ilusión en ti, y sin ilusión no me queda imaginación. ¿Sabes lo que eso significa? Que tú nunca volverás en forma de anhelo ni de deseo, sólo de nostalgia. Te he dejado atrás sin avisar y lo siento, aunque no creo que te importe. Mi desilusión es fruto de tu indiferencia. Yo estaba dispuesta a darte todo el amor que albergaba mi alma con el único fin de que me recibieras. No pretendía ser correspondida, sólo bien recibida, pero cada vez que me acercaba a ti, la indiferencia era la respuesta a toda mirada de entusiasmo. Indiferencia y desinterés por todas partes. Ahora dudo de si duele más el rechazo o la impasibilidad. Por una parte, el primero deja lo malo claro, pero el otro me sumerge en la incertidumbre y me veo agotando mis expectativas y pasiones en un océano de dudas. Es como invertir todas tus energías en nadar desplazándote hacia ningún sitio, y el rechazo sería más bien como gastar todas tus energías en nadar hacia una isla sin alimento. Creo que al menos, eso estaría mejor; Sería rozar la esperanza, tenerla más cerca, mientras que la indiferencia no permite ni si quiera imaginarla. Eso es lo que llegué a sentir; Desesperanza contigo. Y no puedo culpabilizarte por ello, porque no hiciste nada. Pero, a veces, no hacer nada es hacer daño. Se te olvidó esa parte…


lunes, 16 de junio de 2014

De mí, para ti, con cabreo.


Hola. Quería decirte que eres un soberano idiota, pero he mirado su significado en el diccionario y me parece que es un adjetivo que no concuerda con tu nivel. Sin embargo, si te fijas en los sinónimos y los juntas, podrás hacerte una idea de la imagen que tengo de ti. Y puedes estar orgulloso porque, ¡Ha mejorado! Con el paso del tiempo has dejado de ser un gilipollas y te has convertido en un soberano idiota. Progresas adecuadamente, pero sigues estancado en un plano de imbecilidad que me cuesta soportar. Así pues, y teniendo en cuenta tus últimos esfuerzos por demostrarme que la decencia y las ganas de no joder no van contigo, me decanto por darte por perdido. No hay buen trato posible para tu retraso. Quién me iba a decir a mí que tu manía de llegar tarde a los sitios era también una cuestión de inteligencia.


PD: Espero no verte… SOFEO!


martes, 3 de junio de 2014

Miedo a caer.




Por encima de la vida he volado
descubriendo que el cielo visto por encima es gris.
El mar ni si quiera se intuía
y caer sobre una nube
significaba experimentar dolor.
Angustiaba imaginar desvanecerse
y nada podía salvarme del sufrimiento.
No podía subir más arriba.
Estaba en el límite de mis virtudes.
Los ojos no podían succionar más belleza.
Y entonces caí.
Tuve que bajar porque no soportaba estar tan alto.
Sufría por el miedo a caer
y me entraban unos vértigos de espanto.
Ahora en mi cielo gris estoy bien,
pero sigo con el temor a desmayarme.
Veo el suelo negro que me espera.
Tiene nostalgia de mí y sed de sangre.
Tarde o temprano, mi miedo me hará caer
y teñiré el suelo de un color fúnebre.
El temor no se va
y voy dejando mi huella en cada desvanecimiento.
No tendría que haber temido caer desde las alturas.
Si me hubiera mantenido fiel a la esperanza,
si no hubiera desistido ante los sueños,
seguiría por encima del cielo,
pero formo parte de la caída.
Cada vez más bajo hasta que no quede nada,
ni un recuerdo, ni una huella.
Cada vez más bajo hasta que no quede miedo.