Esa camisa de cuadros, formal, gris, negra, blanca… esa
camisa. Quiero sentir que esa camisa es el telón tras el que se esconde la obra
de mi vida. Quiero una camisa que no me asuste cuando me susurre “quédate” en
un instante infinito. Quiero una camisa de botones pequeños que me provoque
grandes sensaciones. Quiero que cada botón desabrochado sea un miedo superado. Quiero
una camisa que entienda mi delicadeza. Quiero que los botones griten de placer
y no de dolor al ser separados de su mitad. Quiero que tras la camisa no exista
el abandono. Quiero que sus botones sean un escudo contra la decepción. Quiero
que esa camisa me abrace sin sentir que no debo estar ahí. Quiero que esa camisa
abrigue mi vida. Quiero que a medida que vaya desabrochando sus botones la
aguja de la sensibilidad vaya cosiendo las grietas de mi corazón. Quiero que
cualquier camisa pase a ser "esa camisa".
Quiero que al volver a abrocharla no ocurra todo
inversamente...
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