domingo, 26 de agosto de 2012

Esperanza.


Nunca ganó una competición. Nunca tuvo un amigo de verdad. Nunca encontró un talento en sí mismo. Nunca fue invitado a la gran fiesta. Nunca le dieron la mano. Nunca fue el sueño de nadie. Nunca recibió palabras bonitas. Nunca le sonrieron. Nunca el viento fue a su favor. Nunca le prestaron un hombro en el que llorar. Nunca se desprendió de su soledad. Nunca conoció la dicha. Nunca le escucharon. Nunca fue el centro de atención. Nunca se atrevió a conocer a alguien. Nunca abandonó sus inseguridades. Nunca se sentaron a su lado. Nunca le interesó a nadie y nunca perdió la esperanza porque sabía que ésta podría cambiar un “nunca” por un “siempre".


2 comentarios:

  1. Esta no es la primera vez que leo una entrada tuya y cuando estoy llegando al final llega una parte en la que digo: "!Venga ya¡ Otra entrada que no me esperaba el final y que me ha encantado..." Tampoco creo que sea la última entrada...
    Quieras que no me gusta leer cosas como estas y en cierta parte, me gustaría darte las gracias aunque si me pongo en tu lugar me diría algo en plan: "¿Qué dices? Gracias a ti por leerme y ni se te ocurra darme otra vez las gracias..."
    Así que, solamente te diré que me ha gustado mucho esta entrada y que de nuevo me has sorprendido :)
    Un abrazo "cada vez menos desconocida", ya echaba de menos el decírtelo...

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    1. ¿Qué dices? Gracias a ti por leerme y ni se te ocurra darme otra vez las gracias!! jaja
      Hay entradas mejores que esto. Lo he escrito porque a veces viene bien recordar que la esperanza es algo constante que nos acompaña cuando todo anda mal, así que si un día las cosas se tuercen abre bien los ojos para verla que va a estar ayudandote a levantarte!!
      Un beso "cada vez menos desconocido"! :)

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