jueves, 3 de mayo de 2012

¡Retirada!

Se escuchaba desde fuera, a pesar de que venía de muy dentro. El corazón a veces grita tanto que no podemos silenciarlo antes de que su quejido se exteriorice. A mí me gritaba una retirada...

Hay palabras y emociones que no podemos retener en nuestro interior. Algunas salen sin poder evitarlo en forma de lágrimas, gritos, miradas, ceños fruncidos, sonrisas… 
¿Quién se atreve a pasar de largo estos síntomas? No son más que expresiones corporales que surgen de sentimientos, a veces aferrados a recuerdos. Puede que lo que un día consideramos como algo horrible hoy sea valorado como maravilloso, y lo que un día fue maravilloso nos resulte ahora horrible. Después de todo, no somos tan predecibles como creemos serlo y la permanencia es sólo algo transitorio, como los recuerdos.

En eso consiste esta partida de ajedrez, cuyo jaque mate nos llega mucho antes de morir…


Hay que seguir jugando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario